Este documento nos introduce en el pensamiento Filosófico Existencialista, su lectura nos lleva a la comprensión de las diferentes teorías de los filósofos existencialistas.
PENSAMIENTO
FILOSOFICO CONTEMPORANEO
FILOSOFIA
EXISTENCIALISTA
El Existencialismo
Filosófico, es el
nombre que se usa para designar a una corriente filosófica que tuvo su origen
en el siglo XIX y se prolongó más o menos hasta la segunda mitad del siglo XX. Los filósofos existencialistas se centraron en el análisis de la
condición humana, la libertad humana , la responsabilidad individual, las emociones, las
pasiones, el significado de la vida y el sentido de la existencia.
No se trata de una escuela filosófica
homogénea ni sistematizada, y sus seguidores se caracterizan principalmente por
sus reacciones contra la filosofía tradicional. Hay tres tipos de escuelas
existencialistas: el existencialismo cristiano, el existencialismo agnóstico, y
el existencialismo ateo.
CONCEPTO DE FILOSOFIA EXISTENCIALISTA
Nunca ha habido un acuerdo general
sobre la definición de existencialismo. El término a menudo es visto como una
conveniencia histórica que fue inventada por primera vez para describir a
muchos filósofos, en retrospectiva, mucho después de haber muerto. De hecho,
aunque generalmente se considera que el existencialismo se originó con la obra
de SorenKierkegaard, el primer filósofo prominente en
adoptar el término para describir su propia filosofía fue Jean-Paul Sartre. Sartre propone la idea de que lo
que "todos los existencialistas tienen en común es la doctrina
fundamental de que la existencia precede a la esencia"1 lo que significa que la
consideración más importante para las personas es el hecho de que son un ser
existente consciente ("existencia consciente") que actúa de forma independiente
y responsable—en lugar de ser etiquetado con roles, estereotipos, definiciones,
u otras categorías preconcebidas que se ajustan al individuo
("esencia"). La vida real de la persona es lo que constituye lo que
podría llamarse su "verdadera esencia" en lugar de estar allí
atribuido a una esencia arbitraria que otros utilicen para definirla.
Según el filósofo Steven Crowell,
definir el existencialismo ha sido relativamente difícil, y argumenta que se
comprende mejor como un enfoque general que se utiliza para rechazar ciertas
filosofías sistemáticas, y no como una filosofía sistemática en sí.
Uno de sus postulados fundamentales
es que en el ser humano "la existencia precede a la esencia" (Sartre), es decir, que no hay una naturaleza humana que
determine a los individuos, sino que “son sus actos los que determinan quiénes
son en sí mismo”, así como el significado de sus vidas. El existencialismo
defiende que el individuo es libre y totalmente responsable de sus actos. Esto
incita en el ser humano la creación de una ética de la
responsabilidad individual, apartada de cualquier sistema de
creencias externo a él.
En líneas generales el
existencialismo busca una ética que supere a
las moralinas y prejuicios; en esto, al observador neófito puede resultarle contradictorio, ya que la ética que busca el existencialismo
es una ética universal, válida para todos los seres humanos, que muchas veces
no coincide con los postulados de las diversas morales particulares de cada una
de las culturas preexistentes.
HISTORIA DEL EXISTENCIALISMO
Algunos consideran que el
existencialismo en sí atraviesa a toda la historia de la humanidad (por ejemplo
en la sumeriaEpopeya de
Gilgamesh se encuentran planteos llenos de angustia, esperanza, duelo,
melancolía, anhelos de eternidadque luego reiterará siempre el existencialismo) ya que sus temas son los
capitales de cada ser humano y de todo el conjunto de la humanidad.
El existencialismo tiene sus
antecedentes en el siglo XIX en el pensamiento de Soren Kierkegaard y Friedrich Nietzsche. También, aunque menos directamente,
en el pesimismo de Arthur Schopenhauer, así como en las novelas de Fiódor Dostoievski. En el siglo XX, entre los filósofos
más representativos del existencialismo se encuentran Martin Heidegger,Karl Jaspers, Jean-Paul Sartre, Miguel de Unamuno2 , Simone de Beauvoir y Albert Camus.
Sin embargo, el existencialismo
recién toma nombre en el siglo XX y particularmente tras las terriblemente
traumáticas experiencias que vivieron la humanidad durante la Primera Guerra
Mundial y la Segunda Guerra Mundial. Durante estos dos conflictos (que
podrían ser calificados por una parte como casos extremos de la estupidez que
puede tener la humanidad y por la otra -concordando con Hannah Arenad- como las formas en las que la
violencia interhumana llega a su apogeo con una banalización del
mal) surgieron los
pensadores que en el a posteriori se preguntaron explícitamente
"¿qué sentido tiene la vida?", "¿para qué existir o por qué existe el ser?", o "¿existe la libertad total?".
DESARROLLO EN EL SIGLO XX
El existencialismo nace como una
reacción frente a las tradiciones filosóficas imperantes, tales como el Racionalismo o elEmpirismo, que buscan descubrir un orden legítimo dentro de la estructura del
mundo observable, en donde se pueda obtener el significado universal de las cosas. En
los años 1940 y 50, existencialistas franceses como Jean-Paul Sartre,Albert Camus y Simone de Beauvoir dieron
a conocer escritos académicos y/o de ficción que popularizaron temas
existenciales del tipo de la libertad, la nada, el absurdo, entre otros. Walter Kaufmann describió el existencialismo
como "el rechazo a pertenecer a cualquier escuela de pensamiento, el
repudiar la adecuación a cualquier cuerpo de creencias, y especialmente de
sistemas, y una marcada insatisfacción hacia la filosofía tradicional, que se
marca de superficial, académica y alejada de la vida".
Al existencialismo se le ha atribuido
un carácter vivencial, ligado a los dilemas, estragos, contradicciones y estupidez humana.
Esta corriente filosófica discute y propone soluciones a los problemas más
propiamente inherentes a la condición humana, como el absurdo de vivir, la
significancia e insignificancia del ser, el dilema en las
guerras, el eterno tema del tiempo, la libertad, ya sea física o metafísica, la
relación dios-hombre, el ateísmo, la naturaleza del hombre, la vida y la
muerte. El existencialismo busca revelar lo que rodea al hombre, haciendo una
descripción minuciosa del medio material y abstracto en el que se desenvuelve
el individuo (existente), para que éste obtenga una comprensión propia y pueda
dar sentido o encontrar una justificación a su existencia. Esta filosofía, a
pesar de los ataques provenientes con mayor intensidad de la religiosidad
cristiana del siglo XX, busca una justificación para la existencia humana. El
existencialismo, de acuerdo a Jean-Paul Sartre, dice que en la naturaleza
humana la existencia precede a la esencia (lo que para algunos es un ataque a los dogmas religiosos), pensamiento iniciado por
Aristóteles y proseguido en Sartre, quien indica que los seres humanos primero
existimos y luego adquirimos esencia; es decir, sólo existimos y, mientras
vivimos, vamos aprendiendo de los demás seres humanos que han inventado cosas abstractas;
desde Dios hasta la existencia de una esencia humana previa, el ser humano, entiende Sartre, se libera en cuanto
se realiza libremente y esa es su esencia, su esencia parte desde el sí para-sí .
TRES
ESCUELAS DEL EXISTENCIALISMO
En términos de la existencia e
importancia de Dios, hay tres escuelas de pensamiento existencialista: el existencialismo
ateo (representado
por Sartre), el existencialismo cristiano (Kierkegaard, Dostoievski, Unamuno o Gabriel Marcel) y elagnóstico (Camus, Heidegger). Esta última
propone que la existencia o la inexistencia de Dios es una cuestión irrelevante
para la existencia humana: Dios puede o no existir. Y el problema, tan sólo por
tener una idea firme, no soluciona los problemas metafísicos del hombre.
Heidegger se distancia expresamente de Sartre en su Carta sobre el humanismo. Buytendijk, psicólogo cercano a Heidegger, admite ser existencialista. Merleau-Ponty es gran representante de la corriente, aunque manteniendo más nexos con la fenomenología de Husserl. Martin Buber, por su parte, representa a una corriente de existencialismo judío muy influida por el hasidismo. Mientras que Gabriel Marcel y Jacques Maritain son encuadrables dentro de un "existencialismo cristiano" no tanto de línea kierkegaardiana sino más bien jasperiana/mounierista (filosofía de la existenciay personalismo).
Heidegger se distancia expresamente de Sartre en su Carta sobre el humanismo. Buytendijk, psicólogo cercano a Heidegger, admite ser existencialista. Merleau-Ponty es gran representante de la corriente, aunque manteniendo más nexos con la fenomenología de Husserl. Martin Buber, por su parte, representa a una corriente de existencialismo judío muy influida por el hasidismo. Mientras que Gabriel Marcel y Jacques Maritain son encuadrables dentro de un "existencialismo cristiano" no tanto de línea kierkegaardiana sino más bien jasperiana/mounierista (filosofía de la existenciay personalismo).
PENSADORES EXISTENCIALISTAS
Fedor Dostoievski
Uno de los antecedentes importantes
del existencialismo es el novelista ruso Fiódor Dostoievski. En muchas de sus
llamadas “novelas de ideas”, Dostoyevski nos presenta imágenes de gente en
situaciones extremas, en un mundo carente de valores y en el que esta gente
tiene que decidir cómo actuar sin más guía que su propia conciencia. Tal vez
una de sus obras más emblemáticas en este sentido sean las Memorias del
subsuelo. Ahí, Dostoyevski
es escéptico acerca del poder de la razón para guiarnos en la vida, su posición
es de rebelión en contra del racionalismo.
En novelas como Crimen y castigo, Los endemoniados, Los hermanos
Karamázov y El idiota. Algunos temas recurrentes en las
obras de Dostoievski incluyen el suicidio, la destrucción de los valores
familiares, el renacimiento espiritual a través del sufrimiento (siendo uno de
los puntos capitales), el rechazo a Occidente y la afirmación de la ortodoxia rusa y elzarismo.4
SorenKierkegaard
El filósofo
danés Søren Kierkegaard cuya
influencia fue primordial para el desarrollo del existencialismo
El antecedente más importante del existencialismo
fue el filósofo danés Søren Kierkegaard (1813-1855).
Kierkegaard es considerado por muchos como el primer filósofo existencialista
en la historia de la filosofía. De hecho, él inventó el término
“existencialista” (aunque parece no haberlo usado para referirse a sí mismo).
Hay tres rasgos que hacen que lo podamos considerar como un filósofo
existencialista: 1) su individualismo moral; 2) su subjetivismo moral; 3) su idea de angustia.
En contra de la tradición filosófica,
que sostiene que el bien ético más alto es el mismo para todos, Kierkegaard
afirmaba que el bien más alto para el individuo es encontrar su propia
vocación. Él decía: “Debo encontrar una verdad que sea
verdadera para mí... la idea por la que pueda vivir o morir”. La idea que está
detrás es que uno debe escoger su propio camino sin la ayuda de normas o
criterios universales u objetivos. Se ha llamado a esta posición individualismo
moral. En contra de la posición tradicional de que el juicio moral involucra (o debe involucrar)
una norma objetiva de corrección o incorrección, Kierkegaard sostiene que no se
puede encontrar una base objetiva o racional en las decisiones morales. La
única base de una filosofía con significado es el “individuo existente”
(“situado”, podríamos añadir); la filosofía no tiene que ver con una
contemplación imparcial (objetiva) del mundo ni de descifrar la “verdad”. Para
él, verdad y experiencia están ligadas y hay que abandonar la idea de que la
filosofía es una especie de ciencia exacta y pura.
Posteriormente, los existencialistas
seguirían a Kierkegaard al enfatizar la importancia de la acción individual al
decidir sobre asuntos de moralidad y de verdad. La experiencia personal y
actuar de acuerdo con convicciones propias es esencial para llegar a la verdad.
El entendimiento que de una situación tiene el agente involucrado es superior
al de un observador desinteresado. Los existencialistas pondrán énfasis en la
perspectiva subjetiva (lo que permite que podamos llamarlos, en cierto sentido,
subjetivistas). Esto hace que sean filósofos asistemáticos. Se oponen a la
existencia de principios racionales, objetivos y universalmente válidos (como
los que proponía Kant). En cierto sentido, los existencialistas, a partir de
Kierkegaard, son “irracionalistas”: no porque nieguen el papel del
pensamiento racional, sino porque creen que las cosas más importantes de la vida no son
accesibles a la razón o a la ciencia.
Martin Heidegger
El alemán Heidegger rechazó que su
pensamiento fuera catalogado como existencialista. El equívoco provendría,
según los estudiosos, de la lectura e interpretación del primer gran tratado
del filósofo, "Ser y tiempo". En verdad, allí se plantea que el
objetivo de la obra es la búsqueda del "sentido del ser" -olvidado
por la filosofía desde sus inicios-, ya desde los primeros párrafos, lo cual
con propiedad no permitiría entender el trabajo -como expresa el autor- como
"existencialista"; pero Heidegger, luego de esa especie de anuncio
programático entiende que es previa a la buscada ontología o dilucidación del ser, una
"ontología fundamental" y al consagrarse a ella con método
fenomenológico, se dedica a un análisis descriptivo pormenorizado y excluyente
de la "existencia humana" o "Dasein"(el ser ahí) con una hondura y una originalidad, inéditas
en la historia del pensamiento occidental, siguiendo el método
fenomenológico de quien fuera
su maestro: Edmund Husserl. Con posterioridad, el resto de su obra, que seguirá
al primer tratado mencionado, publicado en 1927, se ocupará de otros asuntos en
los que ya no se transparenta la temática "existencial".
Esta aparente ruptura con el hilo conductor de su pensar primero, será un hiato
en su discurso que el filósofo no aceptará nunca como tal... Pero muchos
críticos la denominarán: "el segundo Heidegger" y da
como toda respuesta filosófica final (literalmente) "el silencio".
La característica principal del
existencialismo es la atención que presta a la existencia concreta, individual
y única del hombre, por lo tanto, en el rechazo de la mera especulación
abstracta y universal.
El tema central de su reflexión es
precisamente la existencia del
ser humano, en términos de estar fuera ( a saber, en el
mundo), de vivencia, y en especial de pathos o en todo
caso el temple de ánimo. En expresión de Heidegger: «el-ser-en-el-mundo».
Heidegger, en efecto, se caracteriza, según algunos, por su firme pesimismo: considera al ser humano como yecto(arrojado) en el mundo;
el Dasein se encuentra arrojado a una
existencia que le ha sido impuesta, abandonado a la angustia que le revela su
mundanidad, el hecho de que puede ser en el mundo y que por consiguiente, ha de
morir. Sartre, siguiendo a Heidegger, también dista de caracterizarse por un
estilo y discurso optimistas; plantea, al igual que Heidegger, al ser humano no
tan sólo como yecto, sino como pro-yecto: un proyecto en
situación. No obstante, estas posturas no tienen que comprenderse
necesariamente como pesimistas; para Sartre la angustia de un alma consciente
de encontrarse condenada a ser libre, significa tener en cada instante de la
vida, la absoluta responsabilidad de renovarse; y de este punto parte Gabriel Marcel para sustentar una perspectiva
optimista, que le lleva a superar cualquier oposición entre el hombre y Dios,
en contradicción con la concepción atea de Sartre.
Gabriel
Marcel
Gabriel Marcel en su primer
libro, Journal Metaphysique (Diario metafísico) , abogaba por una filosofía de lo
concreto que reconociera que la encarnación del sujeto en un cuerpo y la
situación histórica del individuo condicionan en esencia,: «lo que se es
en realidad», es -como Maritain- uno
de los "existencialistas cristianos franceses".
Gabriel Marcel distinguió la que llamó "reflexión primaria", que tiene que ver con los objetos y las abstracciones. Esta reflexión alcanza su forma más elevada en la ciencia y la tecnología. La por Marcel llamada "reflexión secundaria" -usada por él como método- se ocupa de aquellos aspectos de la existencia humana, como el cuerpo y la situación de cada persona, en los que se participa de forma tan completa que el individuo no puede abstraerse de los mismos. La reflexión secundaria contempla los misterios y proporciona una especie de verdad (filosófica, moral y religiosa) que no puede ser verificada mediante procedimientos científicos, pero que es confirmada mientras ilumina la vida de cada uno. Marcel, a diferencia de otros existencialistas, hizo hincapié en la participación en una comunidad en vez de denunciar el ontológico aislamiento humano. No sólo expresó estas ideas en sus libros, sino también en sus obras de teatro, que presentaban situaciones complejas donde las personas se veían atrapadas y conducidas hacia la soledad y la desesperación, o bien establecían una relación satisfactoria con las demás personas y con Dios.
En cuanto a la familia, Marcel tras reflexionar en su experiencia de temprana muerte de su madre, afirmaba que la familiaera una especie de símbolo de una realidad personal "mucho más rica y profunda donde el amor recíproco y la mutua donación son la base o fundamento" (es evidente que la teoría del mutuo don es inspirada a Gabriel Marcel por la teoríaantropológica de ese nombre propuesta por Marcel Mauss). En ese mundo, el niño ve un refugio de recuerdos felices donde vuelve cada vez que hace falta. En el caso de los que morían hacía notar al mismo tiempo su lejanía (ya no están) y su cercanía (la nostalgia).
Como se ha mencionado los textos de su reflejan tanto sus estudios de filósofos y corrientes de pensamiento, —escrito eso sí a modo de diario— como sus experiencias personales. Así la segunda parte del "Diario de metafísica" trata de su experiencia de la guerra y evoca su idea de la trascendencia de la existencia encarnada por medio de un análisis fenomenológico propio.
Esta metodología fue desarrollada ulteriormente cuando oponía la «fenomenología del tener» a la «fenomenología del ser» que lo pone en las puertas de la metafísica.
Siendo Marcel defensor de los conservadores sublevados (franquistas) contra la República durante la Guerra Civil Española, fue que el anarquista Albert Camus polemizó con él en varias cartas públicas donde denunció las contradicciones éticas de su reflexión filosófica humanista. Aunque adscripto al existencialismo, Gabriel Marcel es uno de los menos existencialistas.
Gabriel Marcel distinguió la que llamó "reflexión primaria", que tiene que ver con los objetos y las abstracciones. Esta reflexión alcanza su forma más elevada en la ciencia y la tecnología. La por Marcel llamada "reflexión secundaria" -usada por él como método- se ocupa de aquellos aspectos de la existencia humana, como el cuerpo y la situación de cada persona, en los que se participa de forma tan completa que el individuo no puede abstraerse de los mismos. La reflexión secundaria contempla los misterios y proporciona una especie de verdad (filosófica, moral y religiosa) que no puede ser verificada mediante procedimientos científicos, pero que es confirmada mientras ilumina la vida de cada uno. Marcel, a diferencia de otros existencialistas, hizo hincapié en la participación en una comunidad en vez de denunciar el ontológico aislamiento humano. No sólo expresó estas ideas en sus libros, sino también en sus obras de teatro, que presentaban situaciones complejas donde las personas se veían atrapadas y conducidas hacia la soledad y la desesperación, o bien establecían una relación satisfactoria con las demás personas y con Dios.
En cuanto a la familia, Marcel tras reflexionar en su experiencia de temprana muerte de su madre, afirmaba que la familiaera una especie de símbolo de una realidad personal "mucho más rica y profunda donde el amor recíproco y la mutua donación son la base o fundamento" (es evidente que la teoría del mutuo don es inspirada a Gabriel Marcel por la teoríaantropológica de ese nombre propuesta por Marcel Mauss). En ese mundo, el niño ve un refugio de recuerdos felices donde vuelve cada vez que hace falta. En el caso de los que morían hacía notar al mismo tiempo su lejanía (ya no están) y su cercanía (la nostalgia).
Como se ha mencionado los textos de su reflejan tanto sus estudios de filósofos y corrientes de pensamiento, —escrito eso sí a modo de diario— como sus experiencias personales. Así la segunda parte del "Diario de metafísica" trata de su experiencia de la guerra y evoca su idea de la trascendencia de la existencia encarnada por medio de un análisis fenomenológico propio.
Esta metodología fue desarrollada ulteriormente cuando oponía la «fenomenología del tener» a la «fenomenología del ser» que lo pone en las puertas de la metafísica.
Siendo Marcel defensor de los conservadores sublevados (franquistas) contra la República durante la Guerra Civil Española, fue que el anarquista Albert Camus polemizó con él en varias cartas públicas donde denunció las contradicciones éticas de su reflexión filosófica humanista. Aunque adscripto al existencialismo, Gabriel Marcel es uno de los menos existencialistas.
José Ortega y Gasset
José Ortega y
Gasset, influido, como su
condiscípulo Heidegger, por el que fuera maestro de ambos: Husserl , resumió su filosofía en la tesis “ Yo soy yo y mi
circunstancia”; consideró que la vida es la realidad radical, la relación
entre el yo y las
circunstancias, el ámbito en el que se hace presente todo, es el experimentar
la realidad, un conjunto de vivencias (en alemán Erlebnisse), en
las que cada uno se relaciona con el mundo; la intuición es la vivencia en la que está
presente la evidencia y es sobre las evidencias que descansa nuestro
conocimiento. "La vida es una actividad que se ejecuta hacia adelante, y
el presente o el pasado se descubren después, en relación con ese futuro. La
vida es futurización, es lo que aún no es”. Ortega y Gasset es junto a Miguel de Unamuno el máximo exponente del
existencialismo en idioma español del siglo XX. Las teorías de Ortega y Gasset
en cierto momento se hacen paralelas al existencialismo propiamente dicho, por
ejemplo cuando considera una pantonomía del Universo.
Jean Paul Sartre
Los detractores contra Sartre le
calificaron de «un filósofo decimonónico» a lo cual Sartre respondió (fines de
los años 1970) «es cierto, porque lo de ahora no es verdadera filosofía», por
otra parte Sartre definió concretamente a su existencialismo como un humanismo refutando a quienes le tacharon de nihilista.
Es prácticamente imposible resumir en pocas líneas al existencialismo sartreano porque está relacionado con otros ismosde su época y de todos los tiempos.
Durante la vida de Sartre éste fue especialmente atacado por quienes lo denostaban de ateo y materialista queriendo presentar a Sartre como un "amoral", sin embargo de todos los pensadores existencialistas es quizás el más moralista o, mejor dicho, el más eticista.
Es prácticamente imposible resumir en pocas líneas al existencialismo sartreano porque está relacionado con otros ismosde su época y de todos los tiempos.
Durante la vida de Sartre éste fue especialmente atacado por quienes lo denostaban de ateo y materialista queriendo presentar a Sartre como un "amoral", sin embargo de todos los pensadores existencialistas es quizás el más moralista o, mejor dicho, el más eticista.
En el primer Sartre, como en el
primer Heidegger, el ser humano es un ser para la nada, y por esto con una
existencia absurda que debe vivir el momento, pero muy pronto hace una
inversión copernicana en relación a los criterios que hasta entonces utilizaba
la filosofía: en las cosas la esencia ni siquiera precede a la existencia, la
"esencia de un objeto es su misma existencia" en cambio en el ser
humano la existencia precede a la esencia, será el yo de cada humano con sus transcendencias el que le dará sentido
a la existencia humana, por otra parte rechaza (en El ser y la nada) el nihilismo de Heidegger: la nada es algo "irrealizante": es la destrucción de lo ya dado
para crear nuevas realidades, ante esto cada ser humano tiene un compromiso
existencial con el prójimo y, aunque parezca contradictorio e incluso aporético, el compromiso existencial debe lograr la libertad de todos y cada uno de los seres humanos, de otro modo la
existencia humana carece de sentido; en uno de sus apotegmas dice con aparente paradoja que "nunca se es más libre que
cuando se está privado de la libertad" porque -si se tiene consciencia
de la situación- es cuando se tiene consciencia de la -siempre con aparente
paradoja- necesidad (o Ἀνάγκη) de la
libertad, los seres humanos entiende Sartre son un ser en situación todavía
en una Sociedad condicionada y arte sin embargo su destino es
"de dioses" (es decir de ser libres; la frase de Sartre no debe ser
tomada literalmente como un postulado metafísico), otro de los célebres
apotegmas de Sartre es: "[los seres humanos] estamos condenados a la
libertad"; los vaivenes del sartrismo resultan interesantes al
encontrarse en ellos implícitas antinomias: la esencia del humano es la
libertad pero (esto se observa en la Polémica Merleau-Ponty-Sartre) "el infierno es la mirada del otro" porque
cuando el otro mira a cada otro que no es él (para decirlo más sencillamente:
cuando una persona observa o considera a otra) lo objetiviza, lo objeta y lo tiende a hacer objeto .
En sus últimos años (y en esto puede hablarse de un segundo Sartre) tras que intentara un psicoanálisis existencial que negaba a lo inconsciente freudiano por ser de "cuño irracionalista alemán" y en lugar de lo inconsciente trataba de imponer la noción de mala fe ante la cual cada humano debía asumir su compromiso existencial, el mismo Sartre se dio cuenta, y lo reconoció en Sartre por él mismo y en el El existencialismo es un humanismo que se había equivocado al rechazar de plano a lo inconsciente (que Nietzsche llamaba Das Es [Lo ello] y Freud como Schopenhauer Das Unbewußt), esta recapacitación le hizo decir a Sartre: «Como diría Lacan el humano es có$mico»6 (notar que acá Sartre usa el símbolo lacaniano para el sujeto escindido o sujeto clivado no sólo con el uso lacaniano sino probablemente también con una ironía al sugerir que el ser humano está dominado por el dinero) de este modo sin negar el compromiso existencial en pos de la libertad humana es que Sartre admitía como epílogo de su obra que no todo depende de la voluntad consciente de cadasujeto, aunque mantuvo que el esfuerzo humano en pos de la libertad es de todos modos posible.
Durante décadas (desde fines de los 1940 hasta inicios de los 1980) para la opinión pública el existencialismo era presentado casi exclusivamente como sartrismo.
En sus últimos años (y en esto puede hablarse de un segundo Sartre) tras que intentara un psicoanálisis existencial que negaba a lo inconsciente freudiano por ser de "cuño irracionalista alemán" y en lugar de lo inconsciente trataba de imponer la noción de mala fe ante la cual cada humano debía asumir su compromiso existencial, el mismo Sartre se dio cuenta, y lo reconoció en Sartre por él mismo y en el El existencialismo es un humanismo que se había equivocado al rechazar de plano a lo inconsciente (que Nietzsche llamaba Das Es [Lo ello] y Freud como Schopenhauer Das Unbewußt), esta recapacitación le hizo decir a Sartre: «Como diría Lacan el humano es có$mico»6 (notar que acá Sartre usa el símbolo lacaniano para el sujeto escindido o sujeto clivado no sólo con el uso lacaniano sino probablemente también con una ironía al sugerir que el ser humano está dominado por el dinero) de este modo sin negar el compromiso existencial en pos de la libertad humana es que Sartre admitía como epílogo de su obra que no todo depende de la voluntad consciente de cadasujeto, aunque mantuvo que el esfuerzo humano en pos de la libertad es de todos modos posible.
Durante décadas (desde fines de los 1940 hasta inicios de los 1980) para la opinión pública el existencialismo era presentado casi exclusivamente como sartrismo.
PENSADORES PRÓXIMOS
Otros destacados pensadores adscritos
al existencialismo, en mayor o menor
grado, serían: Edith Stein, Lev IsaákovichShestov (más conocido en español
como León Chestov), Nicola Abbagnano, NikolaiBerdyaev, Camus, Peter, Karl Jaspers, Max Scheler, Simone de Beauvoir, SimoneWeil, Abraham Alonzo, Paulo Freire y Emmanuel Mounier.
Hans Jonas afirma que la esencia del
existencialismo es un dualismo encubierto; una separación profunda entre mundo
y naturaleza, separación que genera en el hombre un desgarro cosmológico y
existencial. 7
El barcelonés Alfredo Rubio de
Castarlenas propuso en 1980 el realismo existencial (22 Historias clínicas de
realismo existencial, Ed. Edimurtra 1980), que propone la sorpresa de verse
existiendo, pudiendo no haber existido, si cualquier cosa anterior a nosotros
de las que incidieron en nuestro origen, hubiera sido distinta. Su visión
abreva del existencialismo pero no se ancla en la angustia, sino en la
"alegre desangustia de haber podido no ser".
EL EXISTENCIALISMO Y EL ARTE
Algunos consideran que los conceptos
desarrollados en la filosofía existencialista han sido fuertemente influidos
por el arte. Novelas, obras de teatro, películas, cuentos y pinturas, sin que
hayan sido catalogadas necesariamente como existencialistas, sugieren ser
precursoras de sus postulados. He aquí algunos autores y obras representativas:
Las novelas, cuentos y relatos
de Franz Kafka, como El Proceso, El Castillo, La metamorfosis; en las cuales los protagonistas se
enfrentan a situaciones absurdas, carentes de explicación, aunque haya
respuestas, a las que nunca tienen acceso.
RainerMariaRilke escribió poesía y novelas que
influyeron directamente sobre los existencialistas. Su novela Los
cuadernos de Malte LauridsBrigge influyó sobre La náusea de Sartre, y Heidegger escribió
un largo ensayo sobre uno de sus poemas. Muchos de los motivos existencialistas
se encuentran en Los cuadernos de Malte LauridsBrigge: la búsqueda
de una existencia auténtica y el enfrentamiento con la muerte, entre otros.
La obra del escritor portugués, Fernando Pessoa, en particular: El marinero y El libro del
desasosiego.
Obras de autores franceses como La náusea, de Sartre; La peste, de Camus; Viaje al fin de la
noche, de Cèline; Para
acabar con el juicio de Dios, de AntoninArtaud y la poesía y dramaturgia
de Jean Genet.
Una de las novelas más conocidas de Hermann Hesse: El lobo estepario, plantea una situación en la que el
protagonista, Harry Haller, se encuentra sumido en un profundo dilema sobre su identidad. Hay dos almas viviendo en su pecho: un lobo y
un hombre, que representan la virtud y la humanidad, en contraste con la satisfacción
salvaje de los instintos y una profunda misantropía.
Las películas del cineasta
sueco Ingmar Bergman, como El séptimo sello, Gritos y susurros y Fanny y Alexander, o las del ruso AndreyTarkovsky en
casi toda su obra (por ejemplo Solaris basada en el libro de StanisławLem usa como
pretexto a la ciencia ficción para dar lugar a reflexiones
existencialistas) o en El espejo y especialmente en su última obra: El sacrificio (o Sacrificio).
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